Es increíble como los amigos te pueden hacer tan bien.
Uno aprende de ellos, aprende a quererlos, a entenderlos, a que te entiendan, y hasta te entienden con un solo gesto, o una mirada, o una frase.
Cuando estoy sola, o en mi casa, y siento que me falta algo, siento que no estoy completa del todo, si, estoy feliz, o, normal, neutral, pero falta Eso, que sólo tengo cuando estoy en compañía de mis amigos. Siento como si mis amigos fueran mi casa, en la cual siento que nada me puede pasar, nada me puede herir, nada me puede inquietar o molestar, como si todo estuviera bien, si estoy con ellos, como en mi casa.
Son tan necesarios como tu cama, la almohada, o tu viejo o tu vieja, a la hora de llorar, o contar algo importantísimo, que a uno lo tiene inquieto. Necesitás su aprobación, su opinión, que tengan algo para decirte. Y siempre están aunque no estén en ese momento, como cuando decimos: "ojalá estuviera con ... para cantar esta canción !", o "esto lo tiene que saber.... !". O cuando tus viejos no te entienden, y sabés que esas personas sí te van a entender. Cuano sentís que se te nublan los ojos, y la angustia que te sube de a poco y necesitás que aparezcan o aparezca al lado tuyo como por arte de magia, solo para abrazar a esa persona, pero necesitás que esté ahí.
Son una de las tantas cosas que siempre te sacan una sonrisa, y por un momento, te hacen olvidar y no pensar en toda esa mierda, esas desventuras, esos problemas que abundan en tu cabeza, que, mientras estás solo, o en tu mundo, te comen la cabeza.
Saben decirte lo justo, lo que no querés escuchar, y lo que si querés escuchar, pero te lo dicen, o tratan, al menos.
Y que te demustren que de verdad le importás, cada día, eso te hace valorarlos cada vez más, y te hacen darte cuenta que son de verdad, son reales, están ahí, son más que tu familia, son igual de importantes que tu familia, son esa gente con la que te identificás, con la que compartís la mayor parte de tus cosas, son esa gente que sabés que si querés, la tenés para toda la vida.
Y uno no se da cuenta muchas veces, pero a medida que crecés y crecen con vos, te das cuenta de lo real e importante que es esa amistad, del valor que adqiere cada día, cada año.
Y hay un punto que muchas veces lo paso o lo pasamos por alto: te hacen mejor persona, y te hacen ver las cosas de otra manera. Cuando sufren, sufrís con ellos, cuando se alegran, te contagian, cuando te abrazan, te das cuenta lo muchísimo que valen. Y ensima, de vez en cuando sacan el lado más cursi de uno, como en este momento. Que bueno que existan, no ?
Uno aprende de ellos, aprende a quererlos, a entenderlos, a que te entiendan, y hasta te entienden con un solo gesto, o una mirada, o una frase.
Cuando estoy sola, o en mi casa, y siento que me falta algo, siento que no estoy completa del todo, si, estoy feliz, o, normal, neutral, pero falta Eso, que sólo tengo cuando estoy en compañía de mis amigos. Siento como si mis amigos fueran mi casa, en la cual siento que nada me puede pasar, nada me puede herir, nada me puede inquietar o molestar, como si todo estuviera bien, si estoy con ellos, como en mi casa.
Son tan necesarios como tu cama, la almohada, o tu viejo o tu vieja, a la hora de llorar, o contar algo importantísimo, que a uno lo tiene inquieto. Necesitás su aprobación, su opinión, que tengan algo para decirte. Y siempre están aunque no estén en ese momento, como cuando decimos: "ojalá estuviera con ... para cantar esta canción !", o "esto lo tiene que saber.... !". O cuando tus viejos no te entienden, y sabés que esas personas sí te van a entender. Cuano sentís que se te nublan los ojos, y la angustia que te sube de a poco y necesitás que aparezcan o aparezca al lado tuyo como por arte de magia, solo para abrazar a esa persona, pero necesitás que esté ahí.
Son una de las tantas cosas que siempre te sacan una sonrisa, y por un momento, te hacen olvidar y no pensar en toda esa mierda, esas desventuras, esos problemas que abundan en tu cabeza, que, mientras estás solo, o en tu mundo, te comen la cabeza.
Saben decirte lo justo, lo que no querés escuchar, y lo que si querés escuchar, pero te lo dicen, o tratan, al menos.
Y que te demustren que de verdad le importás, cada día, eso te hace valorarlos cada vez más, y te hacen darte cuenta que son de verdad, son reales, están ahí, son más que tu familia, son igual de importantes que tu familia, son esa gente con la que te identificás, con la que compartís la mayor parte de tus cosas, son esa gente que sabés que si querés, la tenés para toda la vida.
Y uno no se da cuenta muchas veces, pero a medida que crecés y crecen con vos, te das cuenta de lo real e importante que es esa amistad, del valor que adqiere cada día, cada año.
Y hay un punto que muchas veces lo paso o lo pasamos por alto: te hacen mejor persona, y te hacen ver las cosas de otra manera. Cuando sufren, sufrís con ellos, cuando se alegran, te contagian, cuando te abrazan, te das cuenta lo muchísimo que valen. Y ensima, de vez en cuando sacan el lado más cursi de uno, como en este momento. Que bueno que existan, no ?
2 comentarios:
Cuano sentís que se te nublan los ojos, y la angustia que te sube de a poco y necesitás que aparezcan o aparezca al lado tuyo como por arte de magia, solo para abrazar a esa persona, pero necesitás que esté ahí.
Cuando sufren, sufrís con ellos, cuando se alegran, te contagian, cuando te abrazan, te das cuenta lo muchísimo que valen.
♥
qué lindo lo que escribiste Dani :)
Publicar un comentario